Lo primero que tengo que decir es que después de escuchar su anterior Polaris, las expectativas que tenía ante este Elysium no eran nada esperanzadoras, aunque después de haberlo oído tengo que deciros que me he llevado una grata sorpresa.
En este nuevo trabajo, los finlandeses vuelven a dejarnos un disco muy “redondo”, alejándose, esperemos que definitivamente, de la mediocridad que fue el último disco que hicieron con Timo Tolkki (el homónimo Stratovarius) y del anterior Polaris que, sinceramente, y bajo la perspectiva del tiempo creo que son dos discos totalmente prescindibles dentro de la ya extensa carrera de la banda.
En este Elysium nos encontramos de nuevo con los STRATOVARIUS más clásicos. Canciones rápidas, canciones melódicas, la característica voz de Timo Kotipelto, esa batería ultrasónica de Jörg Michael, los teclados de Jens Johansson y ahora la impronta de Matias Kupiainen a las seis cuerdas, olvidando ya al otrora as de la guitarra Timo Tolkki. También cabe destacar al bajista Lauri Porra, con una interpretación más que correcta en todos los temas del cd.
Ya con las iniciales “Darkest hours” y “Under flaming skies” nos dejan claro que han vuelto, tanto compositivamente como estilísticamente a los tiempos más clásicos, con guitarras y teclados rápidos, estribillos pegadizos y batería y voz perfectamente reconocibles.
Destacar también “Infernal maze” que aparte de esos coros y orquestaciones tiene la velocidad propia de los mejores temas de la banda y “The game never ends” otro tema clásico donde los haya y donde los teclados se salen una vez más.
Jens Johansson hace a lo largo y ancho de todos los temas del disco una labor encomiable, haciéndonos recordar a aquel jovencito que ya nos sorprendió hace muchos años, tanto con Yngwie Malmsteen como en sus primeros trabajos con STRATOVARIUS y que ahora redescubrimos con estas nuevas composiciones.
Elysium también tiene esa balada tan típica en STRATOVARIUS como es “Move the mountain”, con sus guitarras acústicas y la voz de Kotipelto que desemboca en un medio tiempo, recordándonos anteriores baladas de los fineses, aunque desde luego queda lejos de la ya mítica “Forever”.
Mención aparte merece ese mega tema, por la duración del mismo, como es “Elysium”, que aparte de dar nombre a la obra, la cierra de una manera majestuosa y que aunque con ciertos altibajos, nos hace un buen resumen de lo que es STRATOVARIUS, partes melódicas, veloces, arreglos orquestales… y que pone un punto y final muy digno a este disco.
Por último decir que con este trabajo tenemos de vuelta a uno de los mejores exponentes de lo que fue el power metal de los noventa, una vez superados sus “días de vino y rosas” que hicieron tambalear a esta gran agrupación.
¡Larga vida a STRATOVARIUS!
Pelos